10 frases absurdas que los padres suelen decir a sus hijos (Parte II)

Muchos adultos suelen recurrir a ciertas expresiones para darles lecciones a sus hijos, pero algunas pueden resultar equivocadas, convirtiendo la lección en algo completamente distinto y dañino para los hijos. Por eso, a continuación se presentan algunas frases absurdas que comúnmente dicen los padres pero que deben ser evitadas. 10 frases absurdas que los padres suelen decir a sus hijos (Parte II) ¡Mientras vivas en esta casa seguirás mis reglas!
Esta expresión manifiesta a los niños que están viviendo de «prestado» en el hogar de otra persona, de manera que se sienten excluidos como parte del núcleo familiar. Ellos no son los dueños de la casa, pero de hecho están viviendo ahí, por lo que sus padres deben brindarles la posibilidad de tomar algunas decisiones, o bien expresar su opinión sobre ciertos criterios.
Está bien que en un hogar haya reglas, límites y rutinas para que los niños incorporen, pero deben hacerlo por otro motivo que no sea simplemente por acatar las leyes de la casa, es mejor que tengan adecuadas explicaciones acerca de por qué se deben seguir las reglas de esa manera.

¡Muchas golosinas hacen que te salgan gusanos en el estómago!
!Existen innumerables variantes para esta frase sumamente repetida por los padres, con el fin de que los niños no se excedan en el consumo de comida chatarra. Pero este tipo de expresiones, al igual que las del tipo «va a venir el coco», suelen crear miedos y fobias infundadas en los pequeños. 
No está bien que una persona que se supone tiene que criar y formar sanamente a su hijo le diga todo tipo de mentiras para controlar sus acciones. Los niños deben cumplir con los criterios de los adultos siendo motivados de otra manera, como por la correcta explicación de los hechos. De forma que si el niño desea comer muchas golosinas, se le debe decir que es malo para el estómago, y además se puede aprovechar para fomentar el gusto por sustitutos de estos alimentos, como las frutas que son muy dulces y saludables. 

¿Quieres recibir una nalgada?
 El hecho de hacer preguntas retóricas como esa a niños pequeños suponen se una gran confusión para ellos, ya que no entienden porque se les pregunta si desean ser golpeados. De hecho esta contraindicado recurrir a la violencia como medio de educación, ya que fomenta las conductas hostiles en los niños, las cuales se agravan a medida que van creciendo.
 Si se quiere hacer entender a un niño que sus actos tienen consecuencias, es mucho mejor poner otro tipo de castigos, aquellos en los que recuerden el motivo detrás del castigo y no solo lo que sufrieron durante el mismo. Por ejemplo, si un niño sube a la mesa cuando se le repitió muchas veces que no lo hiciera, es mejor obligarlo a comer solo en la cocina hasta que aprenda a comportarse. Esta situación seguramente dará por resultado que el niño aprenda que para cada acción en particular habrá un castigo acorde para reprenderlo, y eso hará que escuche con más atención lo que dicen sus padres.

¡Debes usar el cinturón o el policía te llevará!
Si los padres recurren a hacer referencias hostiles acerca de los policías, bomberos, o demás servidores del estado, los niños aprenderán a temerle a aquellas personas, lo cual evidentemente es una pésima idea. Los padres deben tener el control de los hijos, logrando que ellos respondan a las reglas que se les ponen sin la necesidad de recurrir a una entidad de «mayor poder de intimidación». Además, los niños deben entender que los policías y demás servidores están al servicio de uno, para ayudar y proteger a todos cuando lo necesiten.

¡Deja de llorar o te daré una razón para que llores!
 Los niños pequeños no suelen entender el sarcasmo o la ironía que acompaña las frases de los adultos, por lo que si cuando están llorando se les dice ese tipo de expresiones, solo se incentivará a que aumente su llanto. Además, es incorrecto actuar de forma negativa o violenta hacia los lamentos de los hijos, ya que para ellos sus padres son sus protectores y tienen la necesidad de sentir apoyo y seguridad junto a ellos.